Sugerencias
El tener un gato en casa resulta mucho menos
trabajoso que un perro. Aunque también, se le debe proporcionar una serie de
tratamientos para evitar contagios de enfermedades o parásitos. Se trata de un animal muy limpio por
naturaleza, sin embargo, se tendrá que bañar para evitar las pulgas.
Si
se lo acostumbra y se le proporciona un lugar
adecuado para realizar sus necesidades, puedes
tener la seguridad de que siempre lo hará allí y no te
ensuciará la casa. Para evitar malos olores, existen en el mercado unas piedras
absorbentes que hacen que no parezca que hay un gato en casa.
Los
machos, cuando llegan a cierta edad ( un año aproximadamente),
puede
que exalten fuertemente sus instintos y comiencen a mostrarse más agresivos o a "
marcar el territorio", orinándo por todos los rincones. Ante esto, una de las
soluciones es la castración. Pero, evidentemente, no ocurre
así en todos los casos, por lo que la creencia de
que, cuando un gato tiene un año hay
que castrarlo inevitablemente, es equivocada a nuestro entender.
Toma nota de algunos consejos
1.-
Debes desparasitarlo 3-4 veces al año y
siempre antes de cualquier vacunación. Con ello
evitarás que se infecte con lombrices o
tenias que contagiará a la familia.
2.- Anualmente debes vacunarlo contra la Rabia, y otras enfermedades propias del gato,
como la Panleucopenia felina, Rinotraqueitis y
diversas enfermedades respiratorias de graves consecuencias.
3.- Para evitar pérdidas o robos, debes
identificarlo con microchips cuanto antes.
4.- Ante cualquier síntoma sospechosoes conveniente acudir a tu veterinario.
5.- La alimentación debe ser lo más equilibrada posible, existiendo hoy día en el
mercado multitud de piensos compuestos que deben ser siempre adecuados a
su edad.
6.- Si bien no necesitarás bañarlo, sí que debes cepillarlo muy a menudo,
pues uno de los principales problemas que presentan estos animales, sobre todo
las razas de pelo largo, es la formación de masas de
pelos en el estómago que pueden llegar a necesitar cirugía para
su extracción.
7.- No es cierta la creencia de que los perros comen carne y los gatos pescado, sino
que ambos son en principio carnívoros, y una
alimentación a base de pescado, sobre todo si es azul, hará que
despida un fuerte olor.