Desde sus
ancestros, el perro fue un animal carnívoro y como tal, en teoría, su principal fuente
de alimento es la carne, al igual que otros miembros salvajes de su misma familia, como
por ejemplo el lobo. Dicho esto y debido a su convivencia con el hombre desde los
orígenes de los tiempos, su aparato digestivo se ha ido adaptando a comer otro tipo de
alimentos, pudiendo llegar a decirse que, en la actualidad, es un animal de alimentación
omnívora, comiendo prácticamente lo mismo que el ser humano puede comer.
No obstante lo anterior, hay que
puntualizar que el metabolismo del perro y su capacidad de absorción de alimentos, no es
la misma que la del hombre, y por lo tanto existen diferencias entre lo que pueden comer.
La alimentación debe de ser lo más equilibrada posible con una adecuada proporción de
carbohidratos, proteínas y grasas, acompañada de determinadas vitaminas y sales
minerales.
Evidentemente se puede alimentar a
nuestro perro con comida elaborada en casa, por ejemplo a base de carne, arroz y verduras,
pero lógicamente elaborada especialmente para él, y no con restos de nuestra comida que
normalmente tienen exceso de grasas o condimentos que no pueden digerir correctamente.
Ante ello, y existiendo actualmente en el mercado comida preparadas de alta calidad para
perros que están perfectamente equilibradas, recomendamos su uso, además de la comodidad
que supone para el propietario este tipo de alimentos.
El alimento debe suministrarse en
platos especiales para perros, los cuales deben lavarse con frecuencia para evitar la
degradación biológica de los restos de comida.
El tipo de alimento debe ser siempre
el mismo, y cualquier cambio, aunque sea entre distintas marcas, debe realizarse de forma
paulatina, mezclando progresivamente hasta su cambio total.
Acostúmbralo a ponerle su ración de comida a la misma hora, y , si no se la come,
retírasela hasta la siguiente ( ten en cuenta que el perro es un animal de costumbres).
Si lo alimentas a base de pienso concentrado, debe tener siempre a su disposición
abundante agua limpia y fresca.
De forma esporádica, puedes darle huesos, pero no abuses de ello, ya que puedes crearle
problemas de fecalomas debido a mer nada
Cepillado
Todos los perros deben ser cepillados con regularidad para
eliminar los pelos muertos, la suciedad y los parásitos. El cepillado estimula el riego
de sangre hacia la piel, lo cual producirá un pelaje más sano y brillante.
Se recomienda comenzar a una edad lo
más temprana posible, convirtiéndolo en una rutina cotidiana, para que como perro adulto
sepa permanecer tranquilo durante el cepillado o el reconocimiento por el veterinario.
Muy probablemente usted preferiría
combinar el cepillado con el reconocimiento sanitario cotidiano.
A los cachorros les gusta sentir su
compañía, sus caricias y su voz. Convierta el cepillado en una experiencia agradable:
acaricie al cachorro y háblele hasta que se sienta relajado. Comience con sesiones breves
utilizando un cepillo suave. No le permita al cachorro apartarse ni morder, y felicítelo
cuando esté quieto.
Utilice un cepillo apropiado para
perros y no algún cepillo viejo de usted. El tipo de cepillo adecuado depende de la raza:
consulte a la tienda especializada o al criador. Para los perros de pelo corto lo mejor es
un cepillo firme o un guante canino. Después del cepillado puede dar el toque final
lustrando el pelaje con un paño de lana o gamuza.
Los perros de pelo largo necesitan un
cuidado más intensivo que el mero cepillado, el cual sólo sirve para el cuidado de la
capa superior del pelaje. Para el cuidado de la capa inferior, la cual puede enmarañarse
fácilmente, se recomienda un cepillo rígido o un peine metálico. Tenga cuidado de no
arañar la piel del perro.
Primeros
Auxilios
A pesar de todas las precauciones, su cachorro- e incluso su
perro adulto- puede curiosear, fugarse y meterse en problemas. Puesto que a veces los
accidentes simplemente pasan, lo mejor es que no lo tome desprevenido.
Envenenamiento
Su perro puede envenenarse por la ingestión de alguna substancia
tóxica pesticidas, anticongelante o medicamentos. Antes de utilizarlos, lea
primero las instrucciones.
En caso de envenenamiento, lleve al perro al veterinario, junto
con la substancia tóxica. El conocimiento del producto venenoso permitirá al veterinario
elegir rápidamente el antídoto correcto. Si usted sospecha de intoxicación
vómitos prolongados son un indicio.
Provocar el vómito sólo surte efecto algunos minutos después
de la indigestión. Para provocar el vómito, fuerce a su perro a ingerir peróxido de
hidrógeno. Jamás provoque el vómito después de la ingestión de productos corrosivos,
destructores del tejido vivo.
En caso de urgencia visite lamascota.com donde le ofrecemos
médicos veterinarios las 24 hs del día.
Ahogo
Los perros son grandes nadadores. Pero aún el mejor nadador
puede cansarse queriendo salir del agua. Un cachorro pequeño puede caer en un lago o
pileta y no poder salir. Si encuentra a su cachorro inconsciente en el agua, manténgalo
suspendido de las patas traseras para drenar sus pulmones. Luego póngalo de lado, sacando
la lengua afuera para que pueda respirar libremente y presione con fuerza sobre el área
del corazón, afloje y vuelva a presionar y afloje nuevamente hasta que el perro haya
recuperado la respiración. Tenga cuidado de no romper las costillas. También puede
intentar la respiración de boca a nariz. Incline la cabeza del perro hacia atrás,
ciérrele la boca, ponga su boca sobre la nariz del perro y sople.
Accidentes de tránsito
Si el perro es atropellado por un coche, es muy probable que
tenga un shock. Puede tener incluso lesiones internas y externas. Prepare su cachorro para
el transporte urgente al veterinario. Primero aplique un bozal de emergencia, porque un
perro en estado de shock y sufriendo dolor puede morder. Luego aplique un vendaje de
emergencia para parar las hemorragias. Para limitar el movimiento de los miembros
lesionados, aplique un vendaje a modo de tablilla para sujetar la pata durante el
transporte. Evite en lo posible las sacudidas. Si está consciente, háblele suavemente
para confortarlo.